miércoles, 16 de noviembre de 2011

Poned a Hank Williams

En cuanto al sistema, los hechos y todo eso.
No estoy de acuerdo en casi nada, ante un SÍ, siempre hay un NO,  ya no estoy de vuestro lado, no creo en dios ni en la podredumbre de la fe ni el fondo monetario internacional, ¿de verdad existe, creéis que existe un edificio que tenga un cartel de oro que rece eso: "Fondo monetario Internacional"? 
No puedo apreciar ni uno de vuestros trabajos en el jardín porque he acabado demasiado involucrado con los hierbajos y no veo verdad en otra cosa, porque dedicándome a los amaneceres no puedo lograr la comunión con el misterio de andar sobre el agua, abrir cuevas después de muerto, la hora de comer y la sobremesa y todas esas cosas que hacéis a mis espaldas. Como cantaba Hank Williams: "Tienes que haber olido un montón de estiércol para cantar como un palurdo". 
Yo ya he hecho mis votos y estoy de acuerdo con la catástrofe, la asumo y me retiro, estoy ya derrotado y el viento sigue pasando por encima de mi casa.

"Jamás follaremos, jamás hablaremos, la ilimitada tarde gris apoya por igual a todas sus criaturas" (L.Cohen)

domingo, 13 de noviembre de 2011

El hombre delgado

El hombre delgado que por el lado izquierdo le pasan las personas conocidas sin rozarle aparentemente, que por el lado derecho le resoplan las desconocidas, claramente en contacto quasi violento. Encima, la parábola del infinito trazada velozmente por dos golondrinos, uno tuerto de un ojo, otro tuerto de un ala. Debajo el hombre gordo, entre conocido y reconocido, subido quasi de puntillas sobre una esfera perfecta de dorada luz y negro equipaje, que le impide subir y bajar. El hombre delgado no piensa en quedarse y su cabeza se tiñe de huecos de golondrino, por la derecha el viento es tan violento que sus ojos son inservibles, por la izquierda nadie le tiende la mano y ya le están empezando a desaparecer las rodillas, fruto de la gula del gordo, pero no piensa en quedarse, porque eso es de cobardes. El hombre delgado no lo es. Y no saldrá de casa ningún veinte de noviembre de ningún año, de aquí hasta que el gordo explote.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Extractor de humos

Que todo permanezca, en un sitio equiparable al vacío de un vaso con un mechero dentro. Quieto.
Que nada se entremezcle con la cristiandad de un vaso de vino picado y un pan tostado en aceite.
Que no vuelvas a llamar si no tienes nada que decir, por que sólo el hecho de callar es más peligroso.
Que el extracto de mi vena aorta no luzca más allá de mi casa, que mi perra y yo seamos felices, porque para eso hemos resucitado.
Que no deje de llover y no haya días más buenos, que me quede como estoy y me corten el teléfono.
Que no tengo vecinos y a fuerza lo que tengo es un enjambre de cucarachas pateándome el estómago y que no me dejan dejar de fumar.