La poesía de una hoja al caer de un árbol sin nada que perder, una hoja asfixiada por el martilleo constante de las horas, la carne, la carne que a veces es ley y otras poesía. Lo inexplicable, tal vez, sea una forma de poesía. Que contra todo pronóstico camines sobre geometrías de cristales rotos, barro y basura de huelga y salgas vivo y con el camino hecho, que el receptor conozca el sufrimiento del emisor y que los vientos no cambien el significado del discurso, que llegue tal y como lo pronuncié a tus oídos, ya negros, por las melodías angulares de televisiones privadas. Que se alcen en ejército los mancos de los dos brazos y creen un partido que no tenga puños en altos ni engorde por sustracciones, que seamos libres, eso sí que es poesía. La poesía es ficción y la ficción poesía, aunque crea hasta la extenuación que es real. La necesidad imperiosa de la poesía, del uno entre un millón. Ser uno de los que no quisiste ser y seguir pensando que aún puedes escapar, también es poesía. Hacer canciones y no pensar en vosotros, también es poesía, una poesía dulce y olorosa, casi palpable, tan digna como algunas madres. La necesidad de la ficción. Joder, eso sí que es poesía. Coño !!!!