martes, 28 de junio de 2011

Ganando terreno... (cantando)

"He comprendido que hay dos verdades, 
de las cuales una jamás debe ser dicha"
Albert  Camus

Y qué sucede, si uno guarda y guarda, reprime, decide que nunca más pero ciertas horas después vuelve a recaer, qué pasa si quieres darle la vuelta al mundo y es él el que te la da a ti, si escondido no funciona la rueda, si todo se sucede al final con una monotonía aplastante y nada es lo que quieres. Qué sucede si tú estás aquí y lo que quieres no está aquí, si alguna vez vas a tocarlo, lo observas, lo saboreas y ciertas horas después lo vuelves a perder otra vez, será como estar y no estar, como recurrir a la misma página del libro y ciertas horas después volver a releerla para poder seguir avanzando y que después vuelves a releer y así hasta que alguna vez puedas dilucidar de alguna manera de qué puede ir la historia que intentan contarte.
Qué sucedería si entre tú y lo que quieres pudieras construir un camino (de baldosas amarillas como en el Mago de Oz) que llegara hasta la misma puerta de tu casa e intentaras convencerla para que poco a poco se sienta más aquí que allí, y si no le gusta tu casa construyes una nueva donde se sienta mejor que en ningún sitio y tú nunca más estés aquí y quieras estar allí, así de fácil.
Qué pasaría si de las dos verdades dijera las dos, es decir, si no dijera una nada más pensando que hay otra que está ganando terreno y que esa es la que debes decir. 
Qué sucede si los días no son más que un estorbo, una desazón, una pesadez, qué pudiera jugar a la Oca con los días, ahora en este, ahora en el otro, dos días sin jugar, empezar cada vez que te diera la gana, acabar todas las veces que quisiera.
Qué pasaría si, sin miedo, dijera que todo cuanto tengo es por querer compartirlo con lo que no está aquí, si dijera que construiría el camino más grande del mundo para que sólo se tuviera que deslizar y "voilá", nunca irse más. 

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