Es asombroso como las cosas empiezan a funcionar extrañamente.
Me recuerdo cuando "Breve Historia Universal" llevaba pocos meses en la calle, me preguntaba una y otra vez "porqué tuve que hacer un disco". Pasé en Madrid muchos, muchos días, pateándome todas las radios con Gloria, mi agente de prensa en ese disco, e hicimos cientos de entrevistas. Todo iba realmente bien, pocos conciertos, pero muy buenas críticas de medios y gente a la que respeto mucho. Pasaron meses difíciles cuando, en pleno verano, tuve un desprendimiento de retina en mi ojo derecho y mi primer disco llevaba solo cuatro meses en el mercado. Anulé conciertos de los que podría empezar a ganar dinero con el proyecto, dejé aparcados todos los pedidos y me pasé quince días boca abajo, veinticuatro horas al día ante el temor de quedarme ciego de mi ojo derecho, después de una operación horrible, y mi recuperación duró algo más de un mes, tiempo en el que no pude hacer nada salvo no moverme. Me recuperé en Septiembre e hice un concierto en Granada, en un sitio muy bonito. Algunas cosas salían por ahí pero ya está, la vida de "Breve Historia Universal"se había acabado, mi salud me retiró lo de estar encima de la criatura.
Dejé mi oficina de management. Dejé de hacer canciones. Dejé el local de ensayo, tiré la llave y dejé de pensar que volvería a sacar otro disco. No sentía la más mínima iniciativa de hacerlo.
Un día, cuando yo todavía trabajaba en Peatón, pinchando y poniendo copas, Carlos, ex guitarrista de Eskorzo y técnico de directo en varios conciertos de Jean Paul, me obligó, casi, a grabar un par de canciones en analógico con él, después de un gin-tonic le dije que sí, que tenía algunas canciones que no terminé para el "Breve Historia Universal" y que iba a intentar terminarlas pronto y así meternos con él en el estudio. Grabamos en un par de días dos canciones y empezó de nuevo el gusanillo. Volví a componer, no con demasiada autoestima, pero lo hice.
A veces, la vida te ofrece malos momentos que por algún lado son beneficiosos para crear algo. Yo tuve uno así el verano pasado (todo me pasa en los veranos) y ese momento, que se prolongó durante meses me hizo refugiarme en mis canciones, o mejor dicho, en mis canciones que aún no habían nacido. Hice montones y montones de canciones. Quería volver a hacer un disco.
En ese tiempo el grupo estaba muy disperso, habíamos dejado de ensayar y estábamos centrados en las nuevas canciones de Lapido, la grabación del nuevo disco y la consecuente gira de presentación, ensayos, etc...
Una mañana de Septiembre le di un telefonazo a Isaac, le dije que quería grabar pero que no tenía ni un duro para meterme en un estudio, así que me ofreció que grabáramos en mi casa (mi antigua casa) con un cacharro que se podía traer para grabar baterías con todos los micros necesarios. Seguidamente llamé a Marcos para que me echara una mano con las canciones y me ayudara a seleccionar las más llamativas, porque siempre tuve claro que no quería hacer un disco como el primero, no porque no me guste sino porque no es la idea primigenia que yo tenía. Prácticamente todos nosotros tenemos un equipo de grabación en casa donde poder grabarnos las canciones o las ideas que vayamos teniendo con una buena calidad, así que eso iba a allanar bastante el camino a la hora de trabajar las canciones.
Popi no pudo venir a grabar las baterías en los días que pudimos tener el cacharro que trajo Isaac, así que Marcos se encargó de ellas. Marcos es un tío al que te gustaría matar por tocar millones de instrumentos con un feelin' importante y tú no, por conocer más música que tú, por saber de todo más que tú, es un grandísimo cabrón, pero al que al final no lo matas por que es tu amigo y le quieres, claro.
Grabamos catorce baterías para catorce canciones y así quedó la cosa.
Isaac ejerció de técnico de grabación y es maravilloso grabar con él, creo que es un tío con el que nunca te podrás enfadar, es la corrección y la educación en persona y un padre de la ostia.
Más tarde, semanas quizá, quedamos Isaac y yo para grabar mis guitarras acústicas, algunas en mi casa, otras en la suya. Él empezó a grabar bajos en su casa y a pasármelos vía email.
Surgió una pequeña oferta de un sello para grabar el nuevo disco y todo empezó a cobrar sentido. Pero tras varios meses de idas y venidas todo se rompió y ya no había disco ni nada. Pero estaba nuestra pequeña grabación, así que seguimos, pero esta vez con otro planteamiento. No haré más discos con doce canciones, me parece absurdo, creo que ya no volveré a editar cd´s, solo haré vinilos y de pocas canciones. Así que decidí centrarme en cuatro canciones y terminarlas de grabar. Seguía sin un duro y me decidí a probar suerte y pedir un préstamo a la SGAE, por lo visto, había generado suficientes derechos de autor como para concederme el crédito y gracias a eso podré sacar el disco. Gracias Teddy :)
Marcos hacía cosas en casa, yo en la mía e Isaac en la suya, por mediación de mails íbamos mandando ideas y todo empezó a tener un color muy bonito.
Al final decidimos engrandecer el disco con dos canciones más, tener seis y hacer un vinilo de 12", nos encantó la idea y así se quedó.
En el mes de Marzo ya estaba casi todo terminado, así que llamé a Víctor Sánchez, mi amigo y compañero de batallas en las noches en que Lapido nos saca a dar una vuelta. Víctor es un gran guitarrista y tiene una forma de tocar que te llega a entusiasmar y a emocionarte fácilmente, es músico veinticuatro horas al día, eso no lo puede decir todo el mundo.
A las afueras de Granada hay un estudio que montó Agustín, componente de Los Angeles, y Popi, claro, tiene libertad absoluta de acceso, además, Agustín, siempre que nos ve en algún sitio nos echa la bronca por no ir a grabar a su estudio y nos dice que esa es también nuestra casa... así que las voces, las guitarras eléctricas, coros y percusiones se grabaron allí. Popi estaba inquieto porque no pudo grabar las baterías así que se encargó de todos los coros y todas las percusiones. Popi es el maestro de Granada, escucharlo cantar es como escuchar la perfección, y cuando toca la batería ves a Ringo y a su padre, Poncho, con mucha claridad. Es grande, muy grande. Y su sentido del humor es de otro mundo.
Me hacía falta grabar un par de pianos para dos canciones, en una de ellas con un peso muy importante. No quería grabar en un teclado, buscaba un piano de verdad, que estuviera en un estudio y que pudiera utilizarlo. Al instante pensé en Curva Polar, sede de nuestro amigo y también compañero de batallas, Julio. No hubo que decírselo dos veces. Al día siguiente ya estaba grabando los pianos.
Quería saldar cuentas pendientes. Admiro y respeto mucho a tres músicos de Granada que ahora son mis amigos y que conocí por su música.
Uno de ellos es Luis Arronte, hizo un disco muy bonito llamado "Sólo Ida" y que es necesario escuchar, fuimos vecinos, hicimos un concierto juntos y siempre le he dicho que quiero tocar en sus nuevas canciones, a ver si tengo la oportunidad. Además es famoso su salmorejo pero aún no le he probado.
El otro es Juan Alberto Martínez, de Niños Mutantes, me siento muy cerca de él a la hora de componer, creo que tenemos mucho en común aunque no lo parezca. Además tuve la oportunidad de grabar una canción en el último disco de Mutantes y de tocar con ellos en dos conciertos muy bonitos, siempre me han tratado maravillosamente, son gente espectacular. Luis y Juan cantan con una personalidad abrumadora y escriben textos que me encantan. Así que pensé que tenían que estar en alguna canción. Les llamé y les propuse estar en una canción a los dos juntos, pensé que se lo tomarían a mal, pero no fue así, se sintieron atraídos por la idea y el resultado es exquisito. Al final Juan cantó en otra canción, en la más Cohen del disco. Porque también es otro friki como yo de Leonardo.
El tercero y no menos importante es Alfonso Alcalá, el mejor bajista que he conocido y también amigo desde hace mucho. Ya colaboró en "Breve Historia..." y en varios conciertos. Le llamé y al ataque, grabó un contrabajo maravilloso en un bolero que no lo era tanto y ahora es una canción.
Tenía otra canción, una canción que me costó un esfuerzo emocional grande terminarla y enseñársela a mis compañeros. Quería que el estribillo fuera al estilo de las viejas canciones de Jeanette y pensé en cómo hacerlo. Y, claro, no había otra persona en el planeta que pudiera hacerlo en una canción tan importante para mí que no fuera Zahara. Es la dulzura y la locura personificadas y la tengo en un trozo del corazón. Colaboró en "Breve Historia..." y hemos tocado "fin" siempre que hemos coincidido, además, ella fue la encargada de hacer coros en mi primera maqueta y en nuestro primer concierto como Jean Paul. Se prestó encantada y me consta que le ha puesto mucho amor a su aportación en la canción.
A todos ellos les agradezco enormemente el cariño y el cuidado que han puesto en mis canciones y doy gracias todos los días por su talento.
Necesitábamos unas buenas fotos para la promo y recordé que después de un concierto con Matt Epp, Salva Serrano me dijo que si quería algunas fotos que le diera un toque y así fue. Ví las fotos y cambió mi cara, me encantan, tengo una de fondo de pantalla en el iMac. A Salva no hace mucho que lo conozco pero parece como si nos conociéramos de toda la vida. Le agradezco su exquisita dedicación en nuestra sesión fotográfica en Chimeneas, pueblo desconocido para mí hasta entonces.
Luego pensé en el diseño del disco y solo había una persona que pudiera hacerlo y en la que pudiera confiar plenamente, mi amiga Ilu, nos conocemos hace muchos, muchos años y aún no hemos empezado pero estoy deseando que me sorprenda con sus ideas. Tengo un cuadro suyo, que me regaló hace mucho, y que ha estado colgado en todas las casas en las que he vivido desde que estoy en Granada y puedo jurar que han sido más de diez.
Y casi al final aparece Jesús, al que tampoco conozco de hace mucho, y que se encargará de la nueva web del grupo. Un tío al que tengo ganas de descubrir y con el que trabajé en un corto que hizo Marcos, aunque cada uno en su búnker.
Después de tenerlo todo grabado solo queda la mezcla y el mastering. Nuestro amigo JASS se involucró hasta esta misma mañana de lunes, día en que hemos terminado las mezclas. Nos abrió su estudio, donde tantas horas he pasado, para mezclar las seis canciones a un ritmo casi frenético. En breve empezaremos a masterizar. Ha hecho un trabajo muy, muy digno con las mezclas, hemos salido impresionados con lo que ha hecho con nuestra grabación "casera".
Ahora somos cinco personas en Jean Paul, y lo único que puedo hacer es agradecer a Paco todo el cariño y todo el esfuerzo y todas las ganas que ha puesto en Jean Paul, le estaré siempre agradecido.
Así que por primera vez las cosas empiezan a funcionar extrañamente.
Y quiero sacar este disco.
En Octubre del 2011, si el tiempo lo permite.