viernes, 8 de octubre de 2010

Cuatro razones para abandonar una ciudad

1.-
Hoy, al despertar,
la ciudad ya estaba harta del día.
Busco un encendedor,
me llevo un cigarro a la boca
y maldigo la noche anterior.
Mientras, un camión descarga
armarios sobre un contenedor de hierro,
haciéndolo todo astillas.
2.-
Dadme conocimientos de geometría y
un doctorado en matemáticas.
Dadme dinero a fondo perdido.
Permitidme desaparecer dos años,
después volveré con un plan para
conquistar el mundo.
3.-
A veces,
cuando entro en un dulce estado somnoliento,
mi mente, anónima, da vueltas sobre la idea del fracaso.
Al desperezar los sentidos,
me pregunto qué cantidad de gente habrá experimentado, como yo,
los mismos pensamientos en un dulce estado somnoliento.
Sobre esto ya escribieron un poema
si no recuerdo mal.
Yo no lo podría explicar mejor.
Así que,
me abstengo de reescribir y me limito a recitar de memoria,
que de alguna manera es como estar escribiendo también.
Redundancia.
4.-
Esta vez no contéis conmigo,
dejad de quererme.
Yo, al igual que vosotros,
fui atacado por la economía mundial
pero señalé con mi espada a las
instituciones.
Esta vez no contéis conmigo,
dejad de quererme.
He cancelado todos mis contratos,
ya no tengo teléfono y vivo en las
afueras.
Cada vez me siento más reacio a formar parte
de cualquier tipo de asociación cuyo número de
miembros exceda de
UNO.

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