Hoy me he encontrado a un hombre en el trayecto que separa mi trabajo de mi casa. Tenía la voz quebrada y un sombrero de pana fina. Sus zapatos eran de un verde pálido. Un chaquetón largo para cubrirse del horrible frío que azota esta ciudad desde hace unos días le resguardaba. Yo caminaba mirando al suelo para no perderme y fumaba de lo que quedaba en mis bolsillos, iba tarareando Take me back de Randy Newman y al cruzarme con el hombre de los zapatos verdes he sentido que me cogía del brazo.
¿Me das de fumar?
... sí, toma, lo iba tirar...
Gracias, muchacho. Me dijo mientras se levantaba su sombrero de un solo lado.
Me ha contado que tenía una casa un poco más arriba y que estaba de obras, que tal vez la tendría lista para finales de verano.
¿Tú eres el músico?
... sí, eso dicen ...
Te he visto por ahí arriba con un perro.
... es una perra ...
Yo antes era músico.
... ¿antes?, ¿cuándo dejaste de serlo?...
Creo que cuando me di cuenta de que no lo era.
Un coche pasó a toda velocidad y tuvimos que apartarnos para no pasar a mejor vida. Me dio de fumar.
Tras el humo...
¿Tienes comida?
... tengo comida en casa, encima no llevo nada...
Llevo toda la tarde buscando pasteles, quiero llevarme una tarta a casa. ¿Sabes, hoy es mi cumpleaños?
... felicidades, yo tengo velas que juntas suman quinientos años, así que si no tienes...
Velas tengo, de lo que carezco es de pasteles.
Le he invitado a entrar a casa y le he ofrecido una tableta de chocolate con almendras. Me ha contado que tuvo una novia china y que harto de sopa de aleta de tiburón la denunció en comisaría. Ahora está solo en su casa patas arriba.
Le he echado elegantemente, y al despedirse me ha dado las gracias por el chocolate mientras empezaba a abrirlo con las manos. He tenido una extraña sensación al notar que ya no volvería a ver a ese tipo, y creer que en realidad no tenía a donde ir, pero sí un chocolate que degustar.
He cenado, he visto una película y me he dado cuenta de que ahora estoy cumpliendo un año más, como el tío del sombrero de pana fina. Iba a celebrarlo pero me he quedado sin chocolate. Ahora me voy a dormir pensando en tus palabras. "Caminando en alguna dirección, no sé si equivocada", y como te he dicho, serás más feliz que yo, de eso estoy seguro.